El auge de la economía
digital y la aparición las economías colaborativas en 2010 han puesto nuevos
retos a los Entes de Vigilancia y Control del mundo obligándoles a tener que
reinventar un nuevo arsenal de herramientas y metodologías con el fin de
garantizar la libre competencia en los mercados y velar por el bienestar de los
consumidores.
En ese orden de ideas, la
protección de los datos personales de los usuarios de las plataformas digitales
ha empezado a ganar cada vez más atención, escándalos como el de la empresa
Cambridge Analytica quien utilizó y vendió, sin pedir permiso, los datos de los
usuarios de Facebook para ser usados en campañas políticas como la que llevó a
Trump a ocupar la Casa Blanca, y la reciente confesión de Facebook de haber
dado acceso especial a los datos de sus usuarios a empresas chinas como Huawei,
Lenovo, OPPO y TCL (La primera señalada por el servicio de inteligencia de los
Estados Unidos como amenaza a la seguridad de ese país), han encendido las
alarmas del Congreso de los Estados Unidos y la Eurocámara.
Hoy una vez más, la
empresa Huawei capta la atención del Congreso de los Estados Unidos preocupados
por la posible exposición de información privada (Conversaciones, mensajes de
texto e información sensible) de los usuarios de smartphones en todo el mundo
fruto de la relación existente entre Huawei, Xiaomi, Tencent y el gigante Google.
Preocupación que ha llevado incluso el mes pasado a la prohibición por parte
del Pentágono el uso y venta de teléfonos de marca Huawei y ZTE dentro de sus
instalaciones ante la sospecha de posible espionaje chino, así como también, la
presión por parte de funcionarios del poder legislativo sobre la empresa
AT&T para que dejara de vender teléfonos Huawei.
Así mismo, los miembros
del Comité de Inteligencia del Senado de los EE.UU. han llamado a los jefes
ejecutivos de Facebook, Alphabet, Google y Twitter a responder por los
cuestionamientos acerca de la seguridad con la que cuentan sus plataformas y a
hablar de sus relaciones comerciales y acuerdos con firmas chinas de
telecomunicaciones. Ávidos por conocer donde reposa la información de los
usuarios de estas plataformas de economía digital contemplan la posibilidad de
que esta repose en servidores chinos, disponible a miembros del partido
comunista de la mencionada nación generando fricciones comerciales entre ambos
países.
El uso y el abuso de los
datos personales de los usuarios de las plataformas digitales hoy es un fantasma
que acosa las conciencias de las brillantes mentes conglomeradas en Silicón
Valley, y no es para menos, el sentido reclamo de la comunidad internacional
sobre la ligereza con la que se manipulaba la información de millones de
personas en el mundo han roto la confianza de los consumidores de este mercado
y ha sumido al mundo en un red de incertidumbre y espionaje donde cada vez gana
mayor relevancia la protección de la propiedad intelectual y se hace cada vez
más complejo la protección de la información privada.
Fuente: ©BIGSTOCK
Por: Lukas Sanz Ramírez
Economista
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